lunes, 5 de febrero de 2007

Hola Fer... ¿estás?. Parte I


“… Quise sus ojos despeñándose en los míos. De esto quiero hablar. De un amor imposible porque no hay amor. Historia de amor sin amor.

Me apresuro. Hay amor. Hay amor de la misma manera en que recién salí a la noche y dije: ‘Hay viento’”.

…………………………-Hola Fer… ¿estás?.

Ante esta desesperada pregunta solo llega, una y otra vez, la misma automática respuesta:

“Usted se ha comunicado con la familia Niembro, déjenos su mensaje y número de teléfono que a la brevedad nos comunicaremos”.

La musiquita de fondo del contestador, liviana, alegre (la misma del comienzo de “De una con Niembro”) le producen a Oscar una sensación de abandono. Como una burla a su penoso presente.
¿Cuándo había comenzado esto?… hacía mucho ya. Sería difícil precisar cuándo exactamente.
Luego de un campeonato del Mundo ganado parecía que todo serían rosas en su vida. Pero no.
Si no me equivoco su primer paso como DT fue en su querido San Lorenzo. No fue un buen comienzo, los malos resultados hicieron que se tuviera que ir.

Pero Oscar no es un tipo que se de por vencido ante el primer revés. No señor !Oscar tiene mucho ‘huevo’, recordemos sino aquella plancha terrible que por poco no impactó en la humanidad del paraguayo Chilavert (clásico rival) si lo llegaba a agarrar… ja!!… ¡¡Todavía lo estarían enyesando!!!… cuando la partera gritó “¡Macho!!” no fue al pedo, no señor. ¿Qué era tosco?¿que lo suyo no era el futbol? Déjenme de joder!!! Si en cada equipo no hay un Ruggeri que te ablande a los rivales, te pintan la cara!!! Vos poné un Ruggeri entre los once y vas a ver como el “Tiqui-tiqui” se lo meten bien en el orto!!!.

¿Y qué si en su amado San Lorenzo no le daban cabida?:
“Yo tenía un amigo… ¡Qué amigo!” decía Verdaguer en sus monólogos.
Y lo mismo podía decir nuestro Oscar, él tenía amigos… que lo ubicaron en Independiente de Avellaneda.
Se hablaba en el Rojo de que arreglaría el “Tolo” Gallego, de que llegaría Brindisi… pero no, Oscar se quedó con el buzo de DT cuando Gallego todavía estaba en funciones..

-Es muy raro, Fer, lo llamo a Gallego para preguntarle sobre los jugadores del Rojo, pero no me contesta –explicaba a Niembro, extrañado.

Igual él no necesitaba al Tolo, tanta confianza se tenía que antes de la primera práctica dijo: “Yo se que si hago las cosas bien acá esto es un trampolín a la selección”. Y era cierto, si hacía las cosas bien era un trampolín hacia la selección. Y no tuvo un comienzo horrible en Independiente, pero igual la multitud roja le bajó el pulgar. Fuimos impiadosos con Oscar.

-“Nunca vi semejante nivel de violencia en la gente… Fer” -dijo luego de ser echado del Rojo… sí: lo dijo en el Programa de Fernando Niembro, su amoroso amigo.

¿Ya dije que Ruggeri no es de darse por vencido fácilmente, no? Bueno, el América de México fue su próxima parada. Justo México, qué casualidad ¿No son mexicanos los dueños de Fox Sports?.

-¿Cómo es el América de México, Oscar?¿Podrás armar un buen equipo allá? –preguntó Fer.

-Y… vos acá pedís y te traen –dijo Ruggeri, sobrador, confiado de que esa era SU oportunidad de demostrarle a Rojos y Azulgranas lo mucho que se habían equivocado con él. Ya se imaginaba volviendo al país envuelto en gloria. Los que antes lo habían echado miserablemente luego lo buscarían desesperados.

¿O quizás sería hora de mirar hacia el otro lado del Atlántico?… y… confianza no le faltaba.

Y así, con los jugadores que tenía en el conjunto azteca, las rutilantes incorporaciones de Ameli (un moderno Ruggeri) y el “Piojo” López, más refuerzos por millones de dólares se dispuso a conquistar el Mundo.

Pero ese equipo no tuvo suerte. Ni suerte, ni fútbol, ni resultados… nada. Pronto no tuvo ni DT siquiera.

El Cabezón se tuvo que conformar con ser panelista de “La última palabra”, el programa de… sí: Fernando Niembro. Sí, el mismo que lo llamaba cada vez que la selección de Bielsa tropezaba para que diera su impiadosa opinión.

Qué triste tener que pasar del verde césped, del conjunto deportivo del club que se dirige, a compartir un estudio de televisión con fracasos como “profesor del chamuyo” Córdoba, “Bambi frases” Veira y Norberto “Resentido con River” Alonso.

No importó. Si debía hacer eso para volver a ponerse un buzo de director técnico, lo haría. Él no era ningún fracaso. Y si bien lo del América de México había sido un duro revés, él dirigiría la selección nacional sí o sí. Solo necesitaba otra oportunidad…

Pronto no solo volvió a calzarse el buzo de DT, sino que volvía a su casa, a San Lorenzo. Esta vez se notó cómo los años y los malos tragos lo habían vuelto más sensato, más maduro. Se volvió a postular para la selección, sí, pero esta vez esperó a dirigir al menos una práctica.

“Parece que los que ganamos el título en el ’86 cometimos el pecado de salir campeones!” dijo en una conferencia de prensa. Ojo, no fue petulancia de su parte. No. Enseguida aclaró: “No, yo no me estoy postulando para la selección, pero hay muchachos que están haciendo las cosas muy bien, como Pumpido o Burruchaga… pero bue, parece que a ellos no los tienen en cuenta”.

Oscar empezó a trazar una nueva estrategia en cuanto a la línea futbolística: El arco de enfrente es para los delanteros, el fútbol hoy en día es otra cosa.

Y así, con la selección italiana ganando el Mundial, Oscar sintió que había un solo camino.

Que iba a ser criticado, ya sabemos: “San Lorenzo es un club grande”, “Antifútbol”, “Juegan como equipo chico”, etc. pero… sus espaldas eran anchas y fuertes, había capeado temporales peores y… en cuanto los éxitos llegaran (porque iban a llegar) los mismos que lo criticarían luego se desarmarían las manos aplaudiendo.
Pero vino un mal arranque del Apertura ’06… las críticas de los propios hinchas del ‘cuervo’ no tardaron en aparecer. Silvera, un excelente delantero, quedaba solo en su soledad frente a las defensas rivales, hizo lo que pudo. Acompañando al Cuqui, solo Lavezzi para que invente algo desde el área propia hasta el arco rival.

-“¿Qué no se puede? Yo puse en primera a Agüero y le salvé la vida a Independiente, Fer, con 15 años. Descubrí que este pibe era un crack”… no importó que el Kun estuviera desde hacía 9 años en el club, ni que fuera acompañado por tipos como Bochini. No, él sentía que Agüero había sido su criatura. Él era hacerdor de imposibles.

Luego vino la goleada lapidaria de Boca: 7-1 en el Nuevo Gasómetro. Los hinchas estaban enfurecidos, con la goleada, con el sistema de juego. Y todos los dardos apuntaban a él.

-La gente está muy loca, Fernando –dijo en la radio… en el programa de su inclaudicable amigo, un par de días después de la goleada. A pesar de la derrota aplastante, y a modo de demostración de confianza, Niembro le tiró esta pregunta: “Oscar… ¿cómo se le gana a Boca?”.

Porque como buen amigo, Fernando Niembro lo cuida, lo protege, lo acompaña. Por eso después de esa goleada no lo invitó al programa, ni tampoco a ningún jugador de Boca. No, a pesar de ser el comentario obligado de ese día Fernando resignó rating llevando a la tele a Carranza, el jugador de Chicago, para hacerle una entrevista que no le interesó a casi nadie.
Luego pasaron fechas en las que tanto el fútbol de San Lorenzo como los resultados brillaron por su ausencia. El “Catenaccio argentino” vivió varios giornos tristíssimos. La cosa no mejoraba.

Y así vino la goleada de River. 5 a 0… luego vino la inesperada eliminación de la copa a manos del Toluca de Gallego (vaya paradoja) y la gente estalló, ya no hubo sino palabras agresivas para el Cabezón, él hacía como si no pasara nada pero se había entrado en un punto de no-retorno. Ya los pocos dirigentes que lo habían apoyado se sacaban el fardo de encima culpándolo a él. Solo Savino quedaba haciendo el aguante… aunque no tardó mucho en hablar de una posible renuncia del DT: “Estoy esperando un gesto de su parte” dijo el presidente.

Ya grupos inversores ofrecían pagar la deuda de San Lorenzo con Ruggeri a cambio de acercar al puesto de DT a alguien de su elección. Se hablaba de Gallego, Ramón Díaz, Astrada, Bielsa, etc.
El “Colorado” Liberman salió en defensa de Oscar, por TV: “Si lo van a echar a Ruggeri por no salir campeón, hay que echar a 18 técnicos más, porque campeón sale uno solo”. El argumento era muy endeble, se caía a pedazos, pero era lo único que permitía la actualidad, no era culpa de Liberman.

Las críticas arreciaban. Ya no importaba que San Lorenzo ganara. Los ‘Cuervos’ querían que ese estilo de juego que poca justicia le hacía a su historia terminara de una buena vez. No les importaba que hubiera que pagarle toda la deuda al cabezón.

Pero Oscar no se rendía… llegó a la fecha 19 aún con esperanzas de permanecer “La pretemporada ya está panificada desde hace rato” disparó ante la pregunta de un periodista.
Y justo en esa última fecha le tocaba el endeble Quilmes. Ese equipo que hacía 20 partidos que no ganaba de visitante se daría una vuelta por la cancha de San Lorenzo. Ese equipo que llegaba a esa última fecha con una sola victoria era una oportunidad para terminar el año con tres puntos de oro, que le dieran un poco de aire para que entre él, Niembro, sus otros amigos, Savino, etc. tuvieran un discurso con que acallar las críticas y así poder permanecer en su puesto…
La noche pintaba hermosa.

El conjunto de Boedo convirtió el primer gol… luego el segundo… todo parecía encaminado como para una noche tranquila. Qué importaba que la gente lo abucheara y lo insultara, el iba a permanecer como DT y les terminaría demostrando que con él se habían equivocado.

“No hay mal que dure cien años, pero algunos hace rato peinan canas” decía Mafalda. Y cuanta razón. Quilmes se ponía 1-2, a tiro del empate. La gente bramaba. Pero… todavía San Lorenzo ganaba. Y llegó lo impensado: El empate de Quilmes, el 3-2 de Quilmes…

“Borombombóm, borombombón, salí del banco, sos un cagón!” le cantaban. Y ante esa mojada de oreja salió a dar unas indicaciones. La escasa gente que fue a ver el partido (justificadas las ausencias) se hizo sentir en un abucheo como si fueran millones en el estadio.

Luego llegó el increíble cuarto gol de los del sur… los peores del torneo le daban vuelta el 2-0 a favor para ponerse 4-2!!!… los insultos eran ya masivos contra él, Savino, la comisión directiva, jugadores… creo que contra Tinelli también… el “Oleeee…. Oooleeeee…” de los propios San Lorencistas acompañando los pases de los jugadores de Quilmes ya fue demasiado bochorno para una sola noche, para un solo torneo. Desde el banco Oscar miraba sin ver, el Checho Batista se agarraba la cabeza. Era el fin. Ya no había nada más que hacer.

… “Usted se ha comunicado con la familia Niembro, déjenos su mensaje y número de teléfono que a la brevedad nos comunicaremos”.

-Hola Fer… ¿estás?… si estás atendé el teléfono… bueno…llamame, necesito hablar con vos… soy Oscar…

……………………………..

“… No
las palabras no hacen el amor
hacen la ausencia
si digo agua ¿beberé?
si digo pan ¿comeré?.
En esta noche en este mundo
Extraordinario silencio el de esta noche…”

Shisus

Nota: los fragmentos que abren y cierran el artículo (en negrita y cursiva) pertenecen a la gran poetisa argentina Alejandra Pizarnik (1936-1972).

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