martes, 15 de mayo de 2007

El trámite de Avellaneda.

Por FABIO ROJO.

Entre las pocas satisfacciones que nos dejó la modernidad futbolera está la del ejercicio de una paternidad responsable hacia un puñado de huérfanos. Huérfanos de ídolos, de títulos, de derechos civiles y, recientemente, de estatua.

La Decadencia ya sin Club labró un historial fecundo.

Siete campeonatos al hilo (cuando los arcos se hacían con bolsos) y décadas de espera para que el General autorizara el combo McPocho (Estadio + 3 torneos).

La gloria falleció por TV hace 40 años, vestida de blanco y negro en Montevideo.
El sepulcro fue sucesivamente ultrajado con el alquiler del primer equipo, la invención del Papódromo y el descenso de las ánimas, ciénaga de la que retornaron tarde sin campeonar.
El cetro de 2001 recuerda al plantel más mediocre de la historia de AFA y nació a través de una colecta concertada con Macri, Don Corleone y Ávila.

Parecía ser la quintaesencia del oprobio, pero hubo lugar para una vergüenza más.

Ya no se trataba de la intervención de políticos huidizos en el diseño de leyes de supervivencia.
Ya no eran las misas y los exorcismos, ni las lágrimas en las escribanías.
Ya no eran los empates festejados, la piedra que suspendía o el incineramiento bonzo vaya a saber cumpliendo cuál promesa.

La que nos ocupa se trata de algo mucho peor.

En el momento más crítico de nuestras vidas, estos Hijos impresentables nos convirtieron en Abuelos. De la Nada, dirán algunos crueles. De padres abnegados a abuelos prestos a la siesta.

Y es aquí donde emerge nuestro fastidio.

¿Qué necesidad tenían?

¿Con qué derecho nos han hecho perder la cuenta? ¿Diecisiete, dieciocho? ¿Veinte quizás?.

Y aquí viene lo peor: ¿nos interesa ésto así?.

Señores, la ladilla de Villa del Parque ha recurrido al sindrome del ahogado : manoteó para hundir a su salvador. A Nosotros, que le dimos incentivo (y baile) desde hace 40 años, nos paga así.
A Nosotros, que le dimos a un ferretero que les hizo respiración boca a boca.
¡Diablos! Lo que supo ser, ya no existe.
La sana paridad (o la diferencia que justificaba nervios) terminó hace una década.

Definitivamente, estos cretinos han asesinado al “Clásico de Avellaneda”.

Tuvimos que iniciar las gestiones pertinentes en los Tribunales de Lomas de Zamora.
Los abogados del Club corrieron por los pasillos para pedir la nulidad de la barbarie. Habrá que sustituir al difunto con Boca o Arsenal. Vade retro, amargura.
De aquí en más -si en este país hay justicia- ya no podrá sostenerse la mentira y este evento semestral será recordado como lo que es: el “Trámite” de Avellaneda.

Alguien dirá “guarda, que nos pueden ganar”. Ay, ojalá. Qué no daríamos por la ilusión de salir de este letargo. Sin dudas que una golondrina veraniega podría volar. El futbol cuenta con lo impensable de que David cada tanto le asesta un hondazo a Goliath.

Claro, si la cosa es con piedras...primero ellos.

Pero, amigos, esta Declaración es a-temporal.

Una racha absoluta de imposiciones demandaría no menos de 10 (diez) años para que la empresa a rayas nos supere. ¡Diez años, perdiendo siempre uno atrás del otro!.
Hicimos todo que humanamente un Padre puede hacer y, sin embargo, se transformaron en Nietos. ¿Qué más podíamos ofrecerles?

¿Qué?.

Pusimos un equipo que salió último frente al que habían “sacado” campeón...y perdieron.
Vendimos al chiquitito que les anudaba a los del fondo.
Nos fuimos a la Convocatoria de Acreedores.
Le pusimos música a la pelela.
Les rehabilitamos el anillo superior de la pelela.
Les dimos a Pellerano.
Dejamos que se vayan de los partidos antes de que terminen.
Ahora dejamos que pongan a Gerardo de CTI y no protestamos.
Trajeron a Fergusson, y no hemos chistado. Aunque se parece a Alf (y era mascota...)

¿¿Qué quieren??¡Díganlo!!.

¿El Presidente del Club? No es una maravilla, pero por ahí les jode no tener uno...
¿El color de la camiseta? Podríamos cambiarlo, pero...¿acaso Nosotros no tendríamos que tener terror a esa rosa con celeste?

Ya sé.

Lo que precisa cualquier alma. La Oración.
Aquí tengo una, con el permiso de los fieles. Oh, asesinos de la Pasión, proveedores del Bostezo, entrecierren los párpados y recen en voz baja.


...Y que el Diablo no se entere.


“Padre Eterno,
de Alsina y Cordero,
vivo amargado al oír tu Nombre.

Venga a Nos, Rey, ser tus Nietos;
Y hágase tu voluntad,
así en Avellaneda
como en otros templos.


El Llanto Nuestro de cada clásico
dánosle hoy;
Don Julio perdonó nuestras Deudas,
así es como jugamos
(por tener gerenciadores...)

Y no nos dejes caer en la Promoción,
más líbranos del mal: LA “ B ”.




FABIO ROJO. Para InfiernoRivales.