¡Una auténtica Bosta!.

“Curro Giménez” era una serie española que yo seguía, allá por los ‘80s. Se trataba de una banda de ‘forajidos’, no exentos de humanidad, nobleza, educación y que solían impartir justicia, vaya paradoja.

En la edición de esta noche, el curro de Giménez careció de cualquier tipo de decencia, dignidad, nobleza, educación o justicia. Una auténtica PARAJODA pergueñada por un auténtico forajido.
Esta noche se jugaron los 45 minutos faltantes de aquel partido que Gimnasia De La Plata y Boca debieron suspender cuando el presidente del ‘Lobo’ se metió en el vestuario del árbitro Giménez para vaya uno saber qué.

En aquella oportunidad Gimnasia se había ido al descanso con ventaja sobre Boca. 1 a 0. Boca no le encontró la vuelta a ese primer tiempo y se fue del campo de juego envuelto en muchas dudas. Era imposible saber qué iba a ocurrir de ahí en más. Aunque para ser sinceros, jamás hubiéramos acertado.

Como sea, esta noche se completó el partido. Con Estudiantes De La Plata y River atentos para saber como quedaría a tabla de posiciones en lo más alto una vez terminado el partido. Seguro guardaban esperanzas de que el ‘Lobo’ platense aguantara la diferencia o, porqué no, la ampliara así todos (menos Boca) se quedaban más tranquilos.
Pero no contaban con Daniel Giménez, un impresentable árbitro que a los 50 segundos cobra penal para Boca. Según él (y solo él) Goux le comete una falta a Palacio, cuando en realidad se trató de una disputa fielmente ganada con el cuerpo por el de Gimnasia. Pero claro, si un jugador de Boca cae es infracción, y si es dentro del área, penal. Así de simple.

Tres minutos más tarde Palacio aprovecha la desorientación de los de La Plata y una buena habilitación de Guillermo para eludir al arquero y poner las cosas 1-2 a favor de Boca.

Gimnasia no dio muestras en ningún momento de reaccionar, pero para qué sufrir con una diferencia mínima pudiendo ampliarla, habrá pensado Giménez y así, con la ayuda de un juez de línea que no vió que en la misma jugada Marino estuvo DOS VECES claramente adelantado, pusieron (sí, ellos, no Boca) tranquilidad en el marcador.

Ya todo era un bochorno, Boca y Giménez hacían lo que querían con Gimnasia, innecesariamente complotados, dado que los de La Plata están hoy en día más cerca de generar lástima que preocupación en el rival.

Las tarjetas amarillas son para los rivales de Boca solamente. Mientras que los de azul y amarillo pegan a diestra y siniestra.

No es de hombres recurrir a este tipo de transas para ganar. Y menos cuando el rival no está a la altura de las circunstancias.

Boca es mucho más equipo que Gimnasia. No hacía falta el papelón que construyó Giménez. Era absolutamente innecesario. Boca lo iba a dar vuelta.

Pero parece que “Curro” Giménez se quiso asegurar.

Una auténtica bosta.

Que el periodismo no se haga el boludo.

Shisus