domingo, 28 de enero de 2007

Daniel Alberto Acuarela.

El reciente clásico entre Independiente y River dejó muchas cosas de las que hablar. Se puede mencionar la paternidad del club de Nuñez (en realidad de Belgrano) sobre el Rojo, la racha de este último invicto en esa cancha, se puede hablar de la gran cantidad de gente que llevó Independiente, de las plateas semivacías de River, de si el empate le sirvió a uno, o al otro, a los dos o a ninguno.

De muchas cosas… y de algunas de esas cosas hablaremos. Pero hay un motivo que sirvió de disparador de este artículo y es…


Hay unos ojos negros que miraban, cómo se ganaba en el Mundial… esos ojos negros hoy destilan agua a raudales. Son como una interminable catarata alimentada no por genuinas pasiones o sentimientos nobles.
No, están alimentadas por el fracaso, por la caradurez y por la impotencia. Y todo esto se convierte en llanto, llanto y más llanto.Sí señoras y señores, me estoy refiriendo al ex señor Daniel Alberto Passarella.
Yo lo ví en la cancha, otros quizás por televisión. El partido entre el único club de Avellaneda y el único de Núñez fue parejo en su primer tiempo. Con igual cantidad y calidad de llegadas para ambos equipos. Y tanto es así que la página oficial del club atlético River Plate pone como figura del partido a su arquero, Carrizo.

En el segundo tiempo Independiente sufrió algo de lo que desafortunadamente (para nosotros) River está a salvo: recambio. La falta de recambio, para ser exactos.
Nuestros jugadores, ya cansados, tuvieron que hacer un esfuerzo extra para aguantar el resultado, mientras que en River entraban jugadores que tranquilamente podían ser titulares. Hasta Passarella se da el lujo de no poner a Ortega.
Así las cosas, los últimos minutos fueron de River en cuanto a posesión del balón, aunque eso no se tradujera en jugadas de riesgo. Estoy hablando de los últimos diez, quince minutos.
Pero Daniel Alberto Acuarela no se iba a dejar ganar por la realidad de un equipo que no supo cómo irse de Avellaneda con una victoria. No, para nada.
Acusó a Burruchaga de ‘defensivo’, sin hablar de un técnico y un equipo que todavía se está armando y que no tiene recambio. Males que River no padece.
“No pensé que Independiente iba a jugar todo metido atrás” dijo este sujeto de pocos códigos que, sin embargo, dice que la autocrítica la hará ‘puertas adentro’. Así las cosas, tenemos a un tipo que no tiene empacho en descalificar el trabajo de los demás, pero que prefiere hablar de sus errores en privado. Esto no es de hombres.
Y mucho menos de hombres es cuando River hace poco se le plantó a Boca de la misma manera que nosotros a River. Ojo, que a River le haya salido bien y a nosotros más o menos no nos confunda: River se le plantó atrás a Boca, para salirle de contraataque. No puso ni a Ortega ni a Gallardo. La fórmula fue Belluschi + 10.
Pero claro, el fracaso de su equipo ante Independiente lo adjudica al rival. Porque supongo yo que todos tenemos que jugar a lo que quiere Passarella, así su equipo gana y quedamos todos felices por él.

No, no es así. Pero el Dany nos viene acostumbrando a estas agachadas poco dignas. Ya pasó por la selección de Uruguay con únicamente pena y absolutamente nada de gloria. Por poner un ejemplo donde el fracaso fue culpa de otros, en este caso los uruguayos.

También pasó tristemente por la selección Argentina. En este caso la culpa no me acuerdo bien de quién fue, pero Batistuta algo habrá tenido que ver.

Ya hace poco se quejó que las suspensiones de partidos hacen al torneo poco serio. Y tendría razón. Si no fuera porque a él solo le importa la excusa.

Hace unas fechas atrás Daniel Alberto Acuarela se quejó de algo que hasta los propios riverplatenses se habrán tomado a risa, con un incipiente rubor en sus mejillas: Según él, los árbitros perjudican a River.

Le quiero proponer a Passarella que cierre el orto, labure más y llore menos.


Shisus

Nota: quiero agradecer a PeLaCaI y Akai Oni por los intresantes argumentos vertidos en el foro de InfiernoRojo sobre el tema.

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